- Portada
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- Página legal
- Contenido
- Agradecimientos
- Criterios de esta reedición
- Estudio introductorio
- Tomo I
- Prólogo
- El boga del Magdalena
- Contribuciones directas
- La tienda de don Antuco
- Felipe
- Entre usted, que se moja
- El tiple
- Los percances de un estudiante
- Las guacharacas
- Los Diablitos
- Lo que va de ayer a hoy
- Toros en calle y en plaza
- Un domingo en casa
- El correísta
- Fiestas de la Candelaria en la Popa
- Mis recuerdos de Tibacuy
- La Nochebuena
- Cachaco
- Algo sobre tierra caliente
- Ovidio el enamorado
- Mi compadre Facundo
- El reloj y la pila de Tunja
- El trilladero de la hacienda de Chingatá
- El triunvirato parroquial
- Motivo por el cual
- Peregrinación por el norte de la Nueva Granada
- Un viajero
- Quejas al mono de la pila
- Los enamorados
- La Semana Santa en Popayán
- El contrabandista
- Penitencia
- Nos fuimos a Ubaque
- El duende en un baile
- Un día de San Juan en tierra caliente
- El portón de casa
- Un jurado
- El mercado de La Mesa
- Una excursión por el valle del Cauca
- Las fiestas en mi parroquia
- Discurso
- Los pepitos
- Peregrinación por el norte de la Nueva Granada
- Destino irrevocable
- Contestación
- María Ticince o los pescadores del Funza
- Una taza de chocolate
- Seis horas en un champán
- Los viajeros en Colombia y Suramérica
- Costumbres de antaño
- Apuntes de un viaje por el sur de la Nueva Granada, en 1853
- La carrera de mi sobrino
- El cosechero
- El maestro Julián
- Un par de viejos
- La tijera
- Peregrinación por el norte de la Nueva Granada
- La Calle Honda
- Indemnizaciones
- Las compras en la calle real
- La voluntaria
- Vamos a misa al pueblo
- El chino de Bogotá
- El Salto del Tequendama
- Apuntes de un viaje
- El caney del Totumo
- El lenguaje de las casas
- Bajando el Dagua
- Esquina de avisos
- Contenido general de la obra